Tras los accesorios de rockero y lentes de contactos blancos, al estilo de Marilyn Manson, se esconde una sorprendente voz, que dejó lucir por primera vez en su vida en el programa de talentos americano «America’s got talent».
Un gótico con aires de soprano
La historia de Andrew está llena de decepciones y baja autoestima, donde su familia lo veía como bicho raro por no ser deportista. Aunque nunca había cantado frente a un público, pudo dar lo mejor de sí, recordándonos la historia de Susan Boyle, que detrás de un aspecto físico descuidado, se escondía una voz potente que dejó asombrados al jurado en la versión británica del mismo formato.
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