Ha llegado el momento, es la ocasión de ver un Real Zaragoza con sangre nueva, gente con ganas de no pasar ninguna por alto, de aferrarse a su oportunidad. Las lesiones de Da Silva y Meira y las sanciones de Juárez, Paredes y Juan Carlos exigen a Aguirre variar su once drásticamente.
La lesión de Meira no ha dejado ninguna otra posibilidad a la hora de seleccionar los centrales, Mateos y Lanzaro serán una vez más los escuderos de Roberto. La novedad se presentará en los laterales, Abraham ocupará la banda izquierda, mientras que para la derecha, Aguirre dejó entrever en los entrenamientos de ayer que finalmente Zuculini y no Oriol, que lo tenía más complicado por vocación ofensiva, ocupará el flanco derecho.
Las dudas del doble pivote también han quedado despejadas, la lesión del portugués y la ubicación de Zuculini en el lateral, dejan claro que Ponzio y Micael serán el engranaje que deba tirar de este equipo adelante.
La lástima es la ausencia de Juan Carlos, tras jugar contra el Barcelona y el Sevilla, hubiera notado el cambio que es jugar contra un equipo más de nuestra liga, donde ni los laterales son tan asfixiante ni las ayudas tan corrientes. Por lo que las bandas pasaran a ser ocupadas por Lafita y Barrera. La media punta será para un desaparecido Luis García, cuya intensidad ha ido disminuyendo partido a partido contagiado por la dinámica descendente del equipo. Postiga, una vez más, será el referente ofensivo.
Otro dato a destacar para el partido del Domingo, será el innovador banquillo que presentará Aguirre, junto con Oriol y los recuperados Pintér y Antonio Tomás, aparece una amplia lista de canteranos: Kilian, Ramiro, Joel, Kevin y Ortí completan la lista de convocados que mañana harán acto de presencia en el Nuevo Los Cármenes de Granada a las nueve y media.
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