Esta noche quería escribir una crónica diferente a la que vengo exponiendo en las últimas 9 jornadas, pero no va a ser posible. Este equipo parece que alinea a sus jugadores por el método del “pito pito gorgorito”, porque de la alineación que ha salido esta tarde, que podéis verla en las secciones vota y valoraciones de nuestro blog, de ese once que ha salido en Bilbao, me sobraban al menos dos jugadores y posteriormente uno más.
El partido comenzó de la peor manera posible, en el minuto siete Efraín daba un pase al delantero que lo dejaba sólo ante el portero, pero al delantero de ellos, o en este caso al centrocampista, porque el Athletic no jugó con un 9, Susaeta no desaprovechaba el regalo navideño, 1-0. Una vergüenza de gol que volvía a poner en evidencia lo malo que es este equipo y especialmente ese jugador llamado Efraín Juárez.
Sólo habían pasado diez minutos y otro equipo que sin ni siquiera sudar nos hacía el primer gol. No era cuestión de los ánimos de los jugadores, cabizbajos como siempre, sino de los aficionados al Real Zaragoza, que por simple orgullo continuamos viendo el partido aunque todo apuntara a una hecatombe. Pero un excepcional Lafita y un peculiar colegiado llamado Pérez Montero cambiaron la dinámica del partido. Puede haber distintos criterios ante la jugada del penalty, para mí Javi Martínez derriba a Lafita y por la propia inercia del pie del jugador aragonés, el jugador del Athletic toca el balón. El árbitro así lo vio y Ponzio transformó desde los 9 metros, empate a 1 en el minuto 20 y el conjunto vasco se quedaba con uno menos. Tras el gol, el Real Zaragoza se fue a por el partido, con pases cruzados en los que el balón se paseaba por uno y otro lado del área pequeña de Iraizoz pero no encontraban rematador.
Empezó la segunda parte, en la que se suponía que había que comerse al Bilbao, pero inexplicablemente el equipo aragonés dejó de atacar, eran los de La Catedral quienes buscaban el tanto de la victoria, por suerte, Pérez Montero que no sabía en casa de quién estaba arbitrando anuló todas las ocasiones del conjunto bilbaíno, hasta 6 fuera de juego dudosos se pitaron. Cómo el señor del silbato impedía la remontada del conjunto vasco, fue Aguirre el que se encargó de que la consiguieran, sacó a Luis García por Edu Oriol que estaba realizando un gran partido, lo que provocaba a su vez que Lafita se colocase en banda y desapareciera del encuentro, a partir de allí no volvimos a cruzar el medio campo. Mayor parecía la intención del técnico cuando 4 minutos después del primer cambio, en el 74, Abraham entraba por Hélder Postiga. Entretanto Lanzaro era expulsado al ver la segunda amarilla.
Con diez jugadores en el terreno de juego y sin delantero, era evidente el futuro de este equipo. Otro monólogo más del rival, como cada semana. Antonio Tomás, que aunque parezca que no, estaba en el campo, se retiraba con molestias físicas y en su lugar salía Zuculini. Pero sólo tuvo tiempo para ver como el Athletic metía el segundo, en una de esas jugadas que tuvo el Real Zaragoza en la primera parte, en uno de esos pases rasos en el que el balón cruza de un extremo a otro el área pequeña suplicando: “¡remátame, remátame!”, Toquero lo empujó e hizo el 2-1 en el minuto 86.
Otra derrota más, 9 partidos sin ganar, 1 punto de 27, a 5 puntos del descenso, Lanzaro sancionado para el siguiente partido y aquí todo esta peor. Para el año que viene, si de verdad hay vida nueva, nos esperan Racing, Getafe y Levante, buena oportunidad de salir del agujero o de hundirnos hasta el fondo, si aún hay más fondo que se pueda tocar.
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