Saturday, December 24, 2011

LA OTRA CARA DE... CRIMSON


Creemos conocer a Crimson, ¿verdad? ¡Incautos! Poco o nada sabéis sobre su oscuro haber. Puede ser bueno, pero también terrible. Su dibujante preferido es Humberto Ramos. Sí, seréis tan simples que iréis a la Wikipedia a ver quién es. Como hice yo. Lo que no se dice es que es un mexicano que trajo a España a su amigo… ¡Juárez! Hala, temblad. A riesgo de perder hoy lo más importante para un hombre (una timba de póker que tengo a las 17.00: amigotes, puros, bebida en abundancia y chicas… en revistas, claro), os contaré acerca de su pasado cargado de tinieblas.


Crimson era un noble caballero del siglo XVII (en el foro Marca apuntaría que eso significa 17 en números romanos, aquí no hará falta). Diréis, ¿pero ese siglo existió? ¡Claro, coño! El mundo no comienza con el fútbol, eso lo saben todos menos Maradona. El hombre se inventó antes; después de Marujita Díaz. Este noble caballero, que como todos los nobles, era un mamonazo, tenía un enfermizo anhelo: ser inmortal. ¿Por qué inmortal? Si todo son desventajas; 350 años aguantando suegras, 230 al bipartidismo político… Porque sabía algo que los demás no sabían. Un vidente con el pelo raro, dicción extraña, y predicciones absurdas y fútiles (sí, como los de ahora), vaticinó que pasados un par de siglos comenzaría un juego llamado fútbol, y existiría un equipo tan magnífico que lo ganaría todo. Él tenía que ser de ese equipo.

Caminaba por un empedrado, cavilando sobre este juego, el que iba a ser su equipo, y cómo viviría tanto para llegar a ser socio, cuando se le apareció un sombrío personaje… ¿Águila Roja? ¡Largo de esta historia! Joder, qué pesadilla de guionistas. Continuó el camino, sumido en tantas y profundas reflexiones, que no advirtió el platillo volante de 20 metros de diámetro que acababa de aterrizar a su lado. Un rayo fotovoltaico electromagnético-forético catalizador de neutrinos cuánticos y partículas exergónicas (que requirió dos inventores: uno para el aparato, y otro para el nombre) lo teleportó dentro de la nave. Dos criaturas, de ojos diminutos y rasgados, vomitaban chorros de una cegadora luz blanca hacia su desencajado rostro.
- ¡Aaaah! ¡Selenitas! – gritó Crimson aterrorizado.
- No, señor, ésa hizo unas canciones muy malas con Sonia. Somos japoneses, y le estamos haciendo unas fotos.
- ¿Por qué? ¿De dónde procedéis?
- Del siglo XXI. En Japón tenemos siempre la mejor tecnología, y hemos inventado esta nave que también es máquina del tiempo. Y con ella sólo se nos ha ocurrido lo de siempre: usarla para retratar nuevas gentes y paisajes.
- ¡Pero yo quiero ser inmortal, y ser socio del mejor club de fútbol del mundo! – lloriqueó Crimson.
- Bueno, creo que podemos ayudarle. Somos expertos en ingeniería genética, y entendemos de fútbol – sugirió uno.
- ¡Y en mangas eróticos! – apuntó el otro.
- De acuerdo. Pues proceded como estiméis oportuno, hacedme inmortal, y que por mis venas corra la sangre del mejor equipo. Y de paso me prestáis un manga de esos… por curiosidad – concluyó Crimson.
Así obraron, sólo que como uno era del Madrid, y otro del Barça, mezclaron genoma azul con blanco, haciendo a Crimson del… ¡Real Zaragoza! Para los quisquillosos, diré que el grana se mezcló con el rojo de la sangre, ea.
- Vaya cagada – pensaron los japos.
- ¿Ya soy inmortal? ¿Y del mejor equipo del mundo? – preguntó ilusionado nuestro prota.
- Sí, bueno… lo de inmortal ha sido fácil, trabajamos con material genético de vampiro y de Godzilla. El del monstruo no vale para nada, pero es oriundo, y nos hizo ilusión. En cuanto a lo del mejor equipo del mundo…
- ¡Nos tenemos que ir! Ha sido un placer – interrumpió el segundo - Sayonara baby.
Así llegó Crimson hasta nuestros días, envuelto en la atmósfera de los eternos vampiros, odiando las sopas de ajo (como siempre), e incapaz de ver su reflejo en los espejos (como siempre), bueno, ya se vería en Facebook. Viviendo un Zaragoza histórico, que le dio muchas alegrías, hasta que llegó la época del maligno (ser que ni los japoneses, pueblo capaz de sobrevivir a tragedias tales como un tsunami, fueron capaces de nombrar). Pero se unió a Algovan, en esta lucha despiadada contra el agapitismo, siendo él el señor… ¡carmesí! ¡Os pillé! Crimson significa también carmesí. ¡Que viva Google!

Hasta la próxima, queridos y sufridos zaragocistas, donde hablaré de alguien conocido como… CELTICG (y ése quién es?)

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