Es difícil hacer una crónica sobre un equipo que esta tarde no ha jugado a nada. Éste era un partido para ganar y lo único a destacar del conjunto de Aguirre han sido un par de disparos desde fuera del área que han sucumbido suavemente en las manos de Aouate, no ha habido mucho más. El Mallorca con la ley del mínimo esfuerzo se ha llevado los tres puntos del estadio de la Romareda.
El técnico mexicano sacó de inicio a Roberto en la puerta, centrales Pintér y Lanzaro, Zuculini y Abraham en los laterales, Ponzio y Micael en la línea de medios, Barrera y Juan Carlos en bandas, Luis García en la media punta y Postiga como referencia ofensiva.
A pesar de una alineación más adaptada al gusto de todos los aficionados, el estilo de juego no ha variado en absoluto, una vez más el Real Zaragoza ha dado el paso adelante cuando el marcador ya estaba en contra con un gol de los de siempre, centro suavecito a la corona del área pequeña que Abraham se la traga y Casadesús libre de marca remata a placer, minuto 39 y 0-1. Entonces ya es cuando el conjunto maño se ha hecho con la posesión del esférico pero sin añadir creatividad a las jugadas, pases previsibles, juego completamente horizontal y balones que ni siquiera han alcanzado las cercanías de la portería mallorquinista.
En la segunda parte se esperaba la reacción del equipo zaragocista, con las entradas de Ortí y Lafita por Luis García y Zuculini se esperaba un equipo más ofensivo, pero no fue así, al equipo le faltó mordiente e insistencia para poder acongojar al Mallorca en su campo. Cuando en un partido te juegas la vida, hay que presionar al rival para que no pueda sacar el balón cómodamente, ni siquiera eso, el conjunto bermellón parecía estar jugando un partido de pretemporada.
De lo poco positivo a resaltar, decir que Pintér en defensa es más seguro que Mateos, eso sí, su salida del balón se limita al despeje, el húngaro no se complica. También parece que Ponzio y Micael dan algo más al equipo a la hora de mover el balón en la medular, pero tras la lesión del luso y la entrada de Antonio Tomás, hemos vuelto al punto de partida de los encuentros anteriores, donde nadie improvisa un pase en profundidad. Por cierto, si este equipo presumía de bandas, ahora ya han desaparecido.
El conjunto aragonés lleva 8 partidos sin ganar, con 1 punto de 24 posibles que nos ha situado en lo más bajo de la tabla. Con una plantilla mejor que la del año pasado pero sin ambición, con un entrenador veterano en nuestra liga al que se le ha acabado la magia. El poco optimismo que se puede tener se limita al mercado invernal, en el que más nos vale que las incorporaciones se produzcan el día 2 de enero y no esperar al 31 a última hora, porque de seguir el equipo con la misma dinámica, esos 4 partidos de ese mismo mes más lo que pueden tardar los nuevos jugadores en adaptarse, podría dejarnos sin margen de tiempo para levantar la situación del equipo y recurrir un año más a la épica remontada que nos salve de la quema.
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