Parecía que las esperanzas podían avivarse con la victoria frente al Villarreal, se volvía una vez más a hacer cuentas sobre si era posible o imposible la salvación. Manolo Jiménez volvía a sacar a los mismos once que en el partido contra el Villarreal, salvo a Oriol en lugar de Lafita y a Da Silva por el sancionado Paredes.
Toda ilusión que se fue formando durante la semana se resquebrajó con el pitido inicial, el pensar que el Real Zaragoza pudiera plantarle cara a la Real Sociedad fue mero espejismo, el equipo aragonés no tuvo ni una sola ocasión de gol, ni un disparo de peligro, ni una oportunidad de esas que te levantan del asiento, nada. En Málaga se jugó mal y se perdió, en San Sebastián simplemente no jugaron.
En tres minutos, del 19 al 22, Aguirretxe y Vela nos hicieron dos goles, recompensa al gran desconcierto de los jugadores, desde el primero al último de ellos. Antes de acabar la primera parte llegaba el tercero, Aguirretxe de nuevo en el minuto 40. Así define el tanto el Mundo Deportivo: "Su gran presión generó el desconcierto entre dos defensas del Zaragoza, amigos de la Real ayer, y el catalán terminó robando el esférico prácticamente en la línea de fondo".
Fue un partido de vergüenza que toda la prensa ha recalcado: "Bochorno en Anoeta" según el Periódico de Aragón, "Este Zaragoza no tiene defensa" titula Marca o "El Zaragoza se dispara al pie" que es el encabezado escogido por el Diario As.
Ya no queda otra cosa que pensar en el siguiente partido, gracias Agapito por tras ganar el domingo haber esperado al lunes para desviar la atención de lo deportivo al teatro que tiene usted montado, don máximo accionista del Real Zaragoza, perdón, don máximo protagonista del Real Zaragoza.
El sábado que viene a las 6 de la tarde en la Romareda, Real Zaragoza contra Osasuna, encuentro en el que Lanzaro será baja por ser expulsado, por doble amarilla, en la pachanguita de ayer.
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