Es cierto que un punto fuera de casa es bien recibido, que llevamos dos jornadas sin perder y que este Real Zaragoza muestra mejoría, pero a marchas muy lentas. Racing y Granada han perdido sus respectivos partidos, pero es pronto para decir que estamos a siete puntos de la salvación, el partido de mañana entre Villarreal y Sporting marcará el listón a superar mientras meditamos como ganar al Real Madrid en el Bernabeu, un campo muy complicado, sino que se lo digan al Athletic de Bilbao.
El Levante salió con suplentes, pero eso no significa que no jugase con once jugadores. La línea defensiva del conjunto maño se mantuvo estable, sin complicaciones, más segura que otras veces, Roberto no tuvo que realizar ninguna estirada en todo el partido y eso me orienta al optimismo. Además Paredes, a falta de traer un central o un lateral para reposicionar a Lanzaro, parece haberse hecho con el puesto, ha sido rápido y efectivo, lo que se solicita a aquel defensor que acompañe a Da Silva.
Pero para mí, el mejor ha sido Dujmovic, quizás no ha destacado mucho en el juego de ataque y se ha jugado un penalty, pero si pudiérais ver de nuevo el partido, aunque hay que ser masoca, veríais el posicionamiento del croata, cada vez que atacaba el Levante Dujmovic cubría al jugador más cercano que podía recibir el pase, si le pasaban metía la pierna para cortar o estorbar lo suficiente al rival, si no pasaban al jugador el había cumplido su cometido de ralentizar el juego rival. Y en las jugadas en que los laterales han sido doblados, Dujmovic les ha cubierto las espaldas. Es mucho más fácil defender cuando sabes que tienes un jugador que lee tan bien el juego.
Se notó que Apoño es consciente del equipo al que ha venido y el papel que se le solicita, el jugador quiso dar un golpe sobre la mesa y adquirir protagonismo en las jugadas de ataque del conjunto maño, pero necesitamos un jugador que lea el partido en ataque y el malagueño a veces pecó de tener la cabeza caliente, en vez de retener el balón un poco más mandaba balones largos a zonas más difíciles de controlar para los delanteros o buscaba el remate a puerta desde la lejanía. Aunque prefiero un jugador que cuando no sepa a quien pasar la mande con imprecisión adelante que atrás.
Sobre la línea de tres donde se centra el juego ofensivo del conjunto maño, hay que decir que es posible realizar lo que quiere Manolo Jiménez, pero se genera lentitud en el ataque y se acaba acumulando muchos rivales en la defensa. Y aunque Micael y Luis García parecen estar más cómodos con este planteamiento, Lafita parece dar la sensación de volver a faltarle combustible y sólo llevamos dos partidos desde el parón. Por cierto, un aplauso a Lolo porque parece haber revivido al ex-españolista. A ver si consigue adaptar a Juan Carlos al sistema y así además de combinar puede intentar darle un mayor sentido a los pases de Apoño.
Por último, Hélder Postiga, tanto hablábamos de que este equipo tenía que defender a toda costa, que el luso ha defendido mejor que lo que ha atacado, y eso que la tuvo, pero ni pasó a Juan Carlos ni atinó con el remate.
Hay mejoría, claro que sí, pero a penas vale si seguimos retrasando la victoria y el partido de la semana que viene no se antoja nada fácil, aunque yo me pondré enfrente del televisor esperando a que mi equipo gane, porque por mal que estemos, no pierdo la fe. ¡Zaragoza nunca se rinde!
El Levante salió con suplentes, pero eso no significa que no jugase con once jugadores. La línea defensiva del conjunto maño se mantuvo estable, sin complicaciones, más segura que otras veces, Roberto no tuvo que realizar ninguna estirada en todo el partido y eso me orienta al optimismo. Además Paredes, a falta de traer un central o un lateral para reposicionar a Lanzaro, parece haberse hecho con el puesto, ha sido rápido y efectivo, lo que se solicita a aquel defensor que acompañe a Da Silva.
Pero para mí, el mejor ha sido Dujmovic, quizás no ha destacado mucho en el juego de ataque y se ha jugado un penalty, pero si pudiérais ver de nuevo el partido, aunque hay que ser masoca, veríais el posicionamiento del croata, cada vez que atacaba el Levante Dujmovic cubría al jugador más cercano que podía recibir el pase, si le pasaban metía la pierna para cortar o estorbar lo suficiente al rival, si no pasaban al jugador el había cumplido su cometido de ralentizar el juego rival. Y en las jugadas en que los laterales han sido doblados, Dujmovic les ha cubierto las espaldas. Es mucho más fácil defender cuando sabes que tienes un jugador que lee tan bien el juego.
Se notó que Apoño es consciente del equipo al que ha venido y el papel que se le solicita, el jugador quiso dar un golpe sobre la mesa y adquirir protagonismo en las jugadas de ataque del conjunto maño, pero necesitamos un jugador que lea el partido en ataque y el malagueño a veces pecó de tener la cabeza caliente, en vez de retener el balón un poco más mandaba balones largos a zonas más difíciles de controlar para los delanteros o buscaba el remate a puerta desde la lejanía. Aunque prefiero un jugador que cuando no sepa a quien pasar la mande con imprecisión adelante que atrás.
Sobre la línea de tres donde se centra el juego ofensivo del conjunto maño, hay que decir que es posible realizar lo que quiere Manolo Jiménez, pero se genera lentitud en el ataque y se acaba acumulando muchos rivales en la defensa. Y aunque Micael y Luis García parecen estar más cómodos con este planteamiento, Lafita parece dar la sensación de volver a faltarle combustible y sólo llevamos dos partidos desde el parón. Por cierto, un aplauso a Lolo porque parece haber revivido al ex-españolista. A ver si consigue adaptar a Juan Carlos al sistema y así además de combinar puede intentar darle un mayor sentido a los pases de Apoño.
Por último, Hélder Postiga, tanto hablábamos de que este equipo tenía que defender a toda costa, que el luso ha defendido mejor que lo que ha atacado, y eso que la tuvo, pero ni pasó a Juan Carlos ni atinó con el remate.
Hay mejoría, claro que sí, pero a penas vale si seguimos retrasando la victoria y el partido de la semana que viene no se antoja nada fácil, aunque yo me pondré enfrente del televisor esperando a que mi equipo gane, porque por mal que estemos, no pierdo la fe. ¡Zaragoza nunca se rinde!
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