Era necesario puntuar en el Calderón ante un Atlético negado en las últimas jornadas y así poder afrontar con menos ansiedad, pero no con menos intensidad, los siguientes encuentros. Por lo que el técnico mexicano decidió revolucionar el once inicial, pasó del 4-5-1 (ó 4-1-3-1-1 según se mire) con el que nos venía acostumbrando a un 5-3-2, según los medios de comunicación, porque dicho esquema táctico duró lo que tardó el arbitro en dar el pitido inicial. Por supuesto, en tal acto revolucionario, no le dio descanso a Meira.
Con Roberto bajo palos, plantó una línea de 5 con Paredes, Da Silva y Lanzaro como centrales y Efraín y Barrera como laterales. Por delante, un trivote defensivo con Meira, Ponzio y Zuculini. Luis García de segundo delantero y Portiga como ariete.
En la crónica anterior nos quejábamos de la actitud defensiva de Barrera, pues bien, hoy sólo diré que el primer gol vino por su banda, la cual era una autopista y el segundo también. ¿Pero qué esperar de un interior derecho, por no decir un extremo derecho, jugando de lateral izquierdo?. Estoy seguro de que Aguirre ya tenía en cuenta que el lateral iba a subirse arriba siempre que tuviera ocasión y que Paredes se abriría a banda. Pero sigo sin encontrarle el sentido, un jugador que no defiende y a banda cambiada.
Y sobre el trivote, poco más que decir, gran partido de Ponzio una vez más, incluso ofensivamente, aunque es un jugador limitado para ello, va progresando. Zuculini también me gustó, cuando tienes otros dos jugadores de carácter defensivo en la medular, es lógico que te vayas para adelante. Pero no encuentro sentido el imponer un trivote y no añadir a Micael a la ecuación. Así que salimos con tres jugadores iguales y ninguno hizo nada nuevo, no había criterio en la salida del balón. La conclusión, 45 minutos en nuestro campo y un 2-0.
Llegó la segunda parte y al técnico no le quedó otra que hacer cambios y variar la formación. Dio entrada a Lafita y Micael por Zuculini y Paredes. Con estos cambios, definitivamente se pulió el trivote, dejando a Zuculini fuera e instalando a Ponzio en el lateral y aunque Micael se le vio más acertado que de costumbre, no pudo jugar ningún minuto en el esquema táctico más favorable para él. Volviendo al dibujo habitual, de 4 defensas, Ponzio, Da Silva, Lanzaro y Juárez, Meira por delante, Micael como organizador, Barrera y Lafita como interiores, Luis García y Postiga.
Con el Real Zaragoza venido “alante” pero sin nadie para ejercer la recuperación de la pelota, el Atlético marcó el tercer tanto y tuvo oportunidades para realizar alguno más. Las pocas ocasiones del conjunto maño vinieron a balón parado, en un corner Postiga remataba un centro de Luis García y dejaba el marcador en el definitivo 3-1. Salvo eso, la única sensación de peligro era la ejercida por Juan Carlos que había entrado en el 62 por Barrera.
Tercera derrota consecutiva, seguimos sin crear ocasiones de peligro en las contras y somos muy vulnerables en el juego aéreo. Próximo partido contra el Sporting de Gijón en la Romareda y en éste sí que tenemos que ganar o ganar.
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